domingo, 14 de febrero de 2016

TRIGUEIRINHO - Las Profecías (2008)


TRIGUEIRINHO - Las Profecías (2008)

-1ª Conferencia de este tema-

(Duración: 00:00 a 39:36)

Audio en portugués:


Transcripción en español:




Las profecías son instrumentos para despertar la conciencia humana para el propósito de evolución y para Leyes que rigen la vida. Cuando las profecías desvelan situaciones futuras, ellas impulsan a la Humanidad a hacer cambios de comportamiento, y a entrar en sintonía con La Ley que la profecía está mostrando.

Si los cambios fuesen efectuados siguiendo las profecías, y si la sintonía con La Ley fuera restablecida, aquello que fue profetizado no es necesario que ocurra, porque nosotros hicimos ya nuestra parte y no hay ya necesidad de que ciertas profecías ocurran.

Cuando se emite una profecía auténtica, ellas provienen de niveles muy profundos, no provienen de deducciones, ni de estudios históricos. Las profecías provienen de niveles supramentales donde las cosas están escritas en el éter cósmico, y aquello que está por acontecer ya está escrito, entonces de allí las profecías son cogidas.

Una profecía puede no ser perpetua, la profecía puede tener relación con una coyuntura, con una época, y la profecía entonces se va actualizando. Según la experiencia de aquella época se va aplicando lo que la profecía ya avisó, y se consigue extender las recomendaciones de la profecía.

Una profecía actúa en la conciencia, la profecía es para actuar en la conciencia, y el mensaje es captado de registros internos, que no obedecen al orden cronológico. Entonces, si una profecía habla de varios asuntos, ella no está en orden cronológico, no siempre está en orden cronológico. Puede estar hablando de hechos que no están ordenados. Entonces la profecía puede estar hablando de un hecho y de otro, y ellos no estar en orden, no están en el orden cronológico.

El nivel en que la profecía aparece, en que la profecía surge, es un nivel simbólico. Entonces, quien capta una profecía, capta un símbolo, está delante de un símbolo, y ese símbolo tiene diferentes connotaciones. Entonces, si dos profetas están delante del mismo símbolo, ellos eventualmente van a emitir cosas diferentes, según aquello que ellos están percibiendo de aquellos símbolos.

Nosotros no podemos entender una profecía intelectualmente, por más clara que ella sea, porque ella está hablando en un lenguaje que no es el lenguaje intelectual, ordenado. La profecía está lanzando impulsos. Nosotros tenemos que tener un oído muy especial delante de las profecías.

Videncia no es profecía. Entonces los videntes pueden estar viendo cosas pero ellos no son profetas, porque la videncia está registrando imágenes en los planos sutiles. Entonces, el vidente está diciéndonos lo que él ve. Entonces lo que un vidente dice que va a ocurrir esto no es profecía, porque él está viendo imágenes, él las está interpretando y nos las está transmitiendo.

Un profeta no es un vidente. Él también puede tener videncia, pero un profeta no es apenas un vidente. Porque podemos ver una cosa que no tenga valor ninguno, o podemos ver una cosa que tenga relación con una época, con un hecho, que no sepamos interpretar, que no sepamos aquello para qué sirve. Y el vidente no tiene como tarea saber lo que él está viendo, en la mayoría de los casos él no sabe lo que está viendo, o él sabe en parte lo que está viendo.

El profeta es completamente diferente. El profeta tiene la conciencia de él unida con aquello que él está percibiendo, con aquello que él está cogiendo. Entonces, cuando un profeta anuncia una profecía, la conciencia de él está unida con aquello, entonces no hay cómo errar, no hay cómo no comprender, diferente de un vidente. Y un profeta está unido en conciencia con aquello que él va a ver, con aquello que él profetiza, él es lo que él profetiza. Entonces un profeta verdadero no tiene duda, el profeta es aquello que él está viendo, es aquello que él está percibiendo, y es de ahí que viene la fuerza de una profecía.

Un vidente puede hablar algo y aquello estar correcto, pero aquello puede no tener tanta fuerza, porque el vidente no está con su conciencia imbuida de aquello. Él está viendo una cosa que no es él, que no es el punto de él, él tiene un mecanismo de videncia. Entonces un vidente puede estar hablando una cosa correctísima y no influirnos, y no estimularnos a seguir, porque él no es aquello.

Si un profeta habla con nosotros, nosotros sentimos la verdad de aquello, percibimos la verdad de aquello, no tenemos duda delante de una verdadera profecía. Entonces, si estamos delante de una verdadera profecía, tenemos que estar un poco más atentos, y no estar oyendo una profecía como quien oye un relato de un vidente, que un vidente está viendo.

Nosotros hoy, para dar un ejemplo de una verdadera profecía, vamos a hablar algunas cosas al respecto del Apocalipsis. Porque el Apocalipsis aún no comenzó en determinados puntos que él profetiza, y hay cosas del Apocalipsis que están aún en curso, que aún no se desarrollaron completamente, como por ejemplo; la degradación de la tierra, la contaminación de las aguas, la contaminación del clima psíquico del planeta,… esto aún está en camino, aún no ocurrió completamente, esto aún no ocurrió en toda su extensión, como está profetizado.

Entonces, esas profecías que están anunciadas en el Apocalipsis, algunas cosas ya pasaron, y es sencillo para nosotros ver que ya pasaron, pero existen ahí cosas que no sólo no pasaron aún, que aún no ocurrieron, sino que aún no comenzaron a ocurrir.

En toda profecía hay una circunstancia que la gente llama de “letra velada”. Toda profecía es siempre de “letra velada”, la verdadera. Entonces por más que la gente piense que está entendiendo, no entendió todo aún. Nosotros entendemos sólo aquello que “la letra no veló”, pero para profundizar nosotros en la profecía, tenemos que ir poniendo en práctica aquello que ella habló más claramente, que “la letra no veló”, para que entremos después en la parte velada de la profecía.

Entonces existe una parte completamente velada en el Apocalipsis, que necesitamos un día entender, cuando llegue el momento. Porque el Apocalipsis dice que habrá una nueva tierra y está todo velado lo que será esta nueva tierra, y necesitamos entonces ir desvelando esto, qué es esta nueva tierra, qué es lo que va a ocurrir aquí, qué es esta nueva Humanidad, qué es esta aplicación de La Ley, está todo velado allí, no está dicho claramente.

Entonces, hay ciertas palabras, hay ciertos términos que las profecías usan en lugar de otros. Entonces ustedes ven cuando leen el libro “Profecías para los que no temen decir sí” que ahí hay palabras que están en lugar de otras, no es lo que está siendo leído, es otra cosa que está ahí detrás.

En el Apocalipsis por ejemplo, hay ciertas palabras que no son aquellas que están siendo expresadas, como por ejemplo la palabra “combate”. “Combate” ahí no quiere decir guerra, “combate” ahí es un conflicto espiritual contínuo en el cual estamos todos, porque las fuerzas involutivas están trabajando para conducir a la Humanidad por el camino que ellas ven mejor, entonces existe un conflicto espiritual contínuo en la Humanidad, porque estas fuerzas empujan a la Humanidad para un determinado rumbo. Entonces esta Humanidad está contínuamente en conflicto, espiritualmente, esta Humanidad está en un eterno combate para no ir para allá, para que no ocurra aquello que las fuerzas involutivas están buscando que ocurra. Y ese combate hoy está en sus momentos más críticos, porque hoy estas fuerzas involutivas están haciendo todo… para que la gente se salga del rumbo, se salga de La Ley, se salga de La Ley que nosotros ya conocemos. Entonces hoy estamos en un combate que se va acentuando de aquí para el futuro, hasta la consumación de este proceso.

Después, otra palabra que se usa en las profecías del Apocalipsis es la palabra “dragón”. Este “dragón”, esta palabra, está en el lugar de todas las fuerzas que se oponen al progreso espiritual del hombre. Entonces “dragón” no es un animal, no es esto que está en la palabra, sino que esto es un concentrado de todas las fuerzas que se oponen a nuestro progreso, que está ahí simbolizado como el “dragón”.

Y también en el Apocalipsis existe la palabra “bestias”, las “bestias”, que tampoco son animales. Las “bestias” allí están simbolizando la sociedad, el comercio y la cultura, la cultura secular del mundo, estas son las “bestias” allí. Entonces, toda vez que está escrito allí “bestias”, está hablándose de la sociedad, de la sociedad humana, se está hablando del comercio, que esta sociedad hace con todo. Todo es interés, todo es no espontáneo, todo es antinatural, entonces, las “bestias” están ahí. Y la cultura de la sociedad, esta cultura que recibimos, que conocemos, esto son las “bestias”, según este gran vidente.

Y “la prostituta”, ¿qué será esta “prostituta”? ¿Qué es esto? ¿Será una mujer que se vende? No. “La prostituta” es la Iglesia, o las iglesias, que adoptaron doctrinas que no tienen nada que ver con aquello que La Ley les dice. Entonces, las iglesias son “la prostituta”, y cuanto más importante es la Iglesia, más “prostituta” ella es, porque lo que ella enseña no es realmente una enseñanza, ella “prostituyó” la Enseñanza, ella modificó las Enseñanzas, ella interpretó las Enseñanzas. Y colocó, adoptó, dentro de las Enseñanzas puras, cosa muy extrañas dentro de estas Enseñanzas. Entonces, nosotros absorbimos unas Enseñanzas que están muy mezcladas.

Ahora, la profecía habla de las profundidades de Satanás, y esas profundidades son el máximo de la alianza nuestra con las fuerzas humanas, con las cosas mundanas, con las cosas del mundo. Entonces, todas las veces que estamos muy vinculados con las cosas del mundo, estamos muy vinculados con todo lo que es de la vida normal, de la vida común, estamos en las profundidades de Satanás, según el Apocalipsis.

Ahora, las visiones que son descritas allí, como se dicen, no están en el orden cronológico de los acontecimientos. Entonces, tiene cosas que parecen estar sucediendo, otras que ya sucedieron y viceversa. No están en el orden cronológico, porque no necesitan estarlo, nosotros tenemos que tener los impulsos que tenemos que tener en aquel momento, y no tenemos que preocuparnos con la cronología, porque aquello está sucediendo aún.

Los cuadros que en aquella profecía están relatados, representan una cierta situación espiritual, aquella es una situación espiritual relatada de aquella manera, y es un esbozo, un resumen, de la Historia Universal (¿no es bonita la Historia Universal?), y representa allí una cierta situación espiritual de la Humanidad.

En el Apocalipsis, hay también un número básico de Universo, del Universo en que nosotros estamos, que es el número siete, y todas las cosas allí aparecen como siete; siete espíritus de Dios, siete lámparas de fuego, siete iglesias, siete candeleros, siete estrellas, y así sucesivamente. Y ese siete es usado, porque el siete entre los números, es aquel que nos comunica la idea de perfección, y de plenitud, no sólo de perfección porque hay también otros números perfectos, sino perfección y plenitud. Entonces, si los planos de conciencia son siete, en esos planos de conciencia nosotros podemos ser perfectos y plenos, plenos de La Ley, por eso es que el siete es un número constante en el Universo. Y ese Apocalipsis, a una cierta altura, habla de un libro con siete sellos, y habla también de la acción de siete ángeles. Entonces el siete ahí es permanente.

La palabra “mujer”, en el Apocalipsis, no necesita ser comprendida como un ser de sexo femenino. Cuando allí dice la palabra “mujer”, el Apocalipsis está queriendo decir “la Iglesia”, o una comunidad religiosa, la Iglesia Cristiana, para los cristianos. Tanto es así que la Iglesia se hace llamar “la Iglesia Nueva de Cristo”. Entonces la palabra “mujer” ahí no está hablando de ningún ser femenino, sino que está hablando de la Iglesia, está hablando de la comunidad religiosa.

Y “virginidad” tampoco tiene nada que ver con aquello que nosotros entendemos por virginidad, sino que “virginidad” quiere decir los espíritus (las almas) que están por encima de las cuestiones y de los patrones religiosos. Entonces, en esta profecía apocalíptica, los vírgenes son aquellos que están por encima de patrones religiosos, estos son los vírgenes, y que no se contaminaron por las doctrinas hechas por los hombres. Entonces vírgenes son muy pocos, que no llegaron a contaminarse con todo esto que fue enseñado. Y “virginidad” también quiere decir que nuestra fraternidad, que nuestra actuación en relación a lo Divino, está muy por encima de todo aquello que está convencionado. Entonces, prácticamente ninguno de nosotros es vírgen porque estamos bien convencionados, bien inmersos en los convencionalismos. Y podemos ir saliendo, irnos retirando, podemos ir volviendo la espalda para todo lo que es convencional.

Y también está allí, a una cierta altura, la declaración de que esa energía, “no vino para llamar a los justos”, sino que todo esto está ahí, donado para que nosotros lo usemos, es para ayudar a los pecadores, esto no es para quien es justo. Entonces, vamos a quedarnos seleccionando, ¿seleccionando qué?, seleccionando dónde es que usted está, con quién se está usted relacionando, porque todo esto que es La Ley revelada, vino para los pecadores, vino para quien no está bien, vino para quien está fuera del camino, es para esos que vino todo eso. Porque quien está en el camino, quien está bien encaminado, no necesita esto, no necesita de tanto trabajo.

Y “tengamos cuidado para no contaminarnos con mujeres”, esto es cuidado con las iglesias, cuidado con las interpretaciones, cuidado con las teologías, cuidado con todo aquello que fue montado para falsificar, que fue montado dentro de muchos intereses.

Ahora, en el Apocalipsis se habla de “trompetas y voces”, y se habla de “relámpagos y terremotos”. Esto no tiene nada que ver con el significado de estas palabras. Esas “trompetas y voces” que suceden allí, y que suceden en cualquier llamado, en cualquier profecía, cualquier profecía verdadera está llena de “trompetas y voces”, que representan la interferencia del plano espiritual en los acontecimientos. Entonces cuando allí las “trompetas” están sonando y las “voces” hablan profundamente, aquí es el plano espiritual el que está hablando, aquí es el plano espiritual que está introduciéndose en la profecía y en el mensaje. Y esas “trompetas y voces” que suceden allí, son también la energía, los impulsos, que nos traen la Enseñanza y que aumentan nuestra responsabilidad. Por eso es que se llama “trompetas y voces”, esto no “trombonadas” ni gente gritando, esto es el auxilio espiritual que viene en los momentos más críticos.

Ahora, “relámpagos y terremotos”, no son esos que suceden en la Tierra, esos desastres, sino que allí “relámpagos y terremotos”, quiere decir los métodos drásticos que la energía positiva manda, para despertar a aquellos que aún están dormidos. Entonces, aquellos que aún están dormidos, son alcanzados por “relámpagos y terremotos”, esto es, son alcanzados por métodos drásticos para que se despierten. Entonces, vean cuánta energía existe en esa Enseñanza, cuánta energía existe en esas Leyes.

Se dice que el libro, el libro de Apocalipsis, “está sellado con siete sellos”, y a una cierta altura surgen “siete ángeles” que se revelan en este libro, y ese libro de los siete sellos describe los destinos de la Humanidad. Y es el destino de la Humanidad, según este libro, según esta profecía, que “todo sea purificado”, y ese “todo” que va a ser purificado son las naciones, son los gobiernos, son las economías, son los imperios, son aquellas cosas que el hombre persigue, que el hombre busca, y así en adelante, y obviamente las instituciones religiosas, que deben ser totalmente purificadas.

Y “los cuatro jinetes”, que a una cierta altura aparecen, son también símbolos, de épocas de la Historia humana, épocas de la Historia de la Humanidad. Y esos “jinetes”, esas épocas, cada una de ellas que va llegando, traen cambios, traen cambios… en la sociedad, en las naciones, en la política. Entonces esos “cuatro jinetes” son los propios cambios, las propias transformaciones. Ahora, esos “cuatro caballeros” representan, simbolizan, en principio la paz, pero después simbolizan la guerra, la peste, el hambre, en fin, todo aquello que está previsto. Y esa paz, esta guerra, esta peste, esta hambre, las enfermedades y todo esto, esto acompaña a la Humanidad desde el principio. Entonces, esos “cuatro caballeros” están ahí desde el principio, y van quedándose ahí.

Veamos… El Apocalipsis llama “el caballo blanco y el primer sello”. “El segundo sello” se refiere a “un caballo rojo”. “El tercer sello” del libro se refiere a “un caballo negro”. “El cuarto sello” se refiere a “un caballo amarillo”. “El quinto sello” se refiere a aquello que llama “los mártires”. Y “el sexto sello” se refiere a “las señales en la tierra”, a las señales que aparecerán en la Tierra, o a las señales que ya están ahí en la Tierra. Y “el séptimo sello” que cuando fue abierto vino un gran silencio, “vino un gran silencio y surgieron” lo que él llama “siete ángeles tocando siete trompetas”. Y “vino otro ángel, y usó incienso” que impregnó todo, y vinieron los “relámpagos y terremotos”.

El mensaje de estos “siete sellos”, que veremos en una próxima reunión, los mensajes de esos “siete sellos” se desdoblaron en la actuación de “siete ángeles”. Y “el primer ángel tocó la trompeta y un fuego se lanzó sobre la tierra”. “El segundo ángel tocó la trompeta y un gran monte de fuego cayó sobre la tierra”, un astro cayó sobre la Tierra. “El tercer ángel tocó la trompeta y cayó del cielo una gran estrella, como una antorcha, y la tercera parte de los ríos quedó contaminada, las aguas se tornaron amargas, y por eso el nombre de la estrella es “absinto” (ajenjo)”. “El cuarto ángel tocó la trompeta y quedó herida una gran parte del sol, y una gran parte de las estrellas se oscureció”.

Y “el quinto ángel” se refiere claramente a la Segunda Guerra Mundial, aquella guerra que aún no acabó pero que es llamada de “Segunda Guerra Mundial”. Ese “quinto ángel” cuando tocó la trompeta, dice el libro que “surgieron muchas langostas” y que las “langostas” fueron comiendo todo. Y esas “langostas” son los aparatos de guerra, es la tecnología bélica, esto es lo que son las “langostas”, que comenzó muy desarrollada en la Segunda Guerra Mundial, y que terminó con aquella bomba que ustedes conocen y otras bombas que ellos continúan fabricando, inclusive la explosión atómica. El karma de la Humanidad está impregnado de todo esto, y tenemos que estudiar, que ver, hasta qué punto llegó esto a suceder, para que podamos tomar una actitud, tomar una decisión, y eventualmente cambiar nosotros el rumbo de esta cosa que está en curso, que aún no acabó. Porque aún no se sabe con precisión, que no se sabe porque depende de lo que irá a suceder, para dónde va esta Humanidad, y cómo estará ella distribuida.

Y “el sexto ángel cuando tocó la trompeta, surgieron otros cuatro”, y esos cuatro que surgieron y que quedaron muy fuertes, con los cuales tenemos nosotros que tener todo el cuidado, tenemos que tratarlos realmente, preferencialmente; el primer ángel es el orgullo, el segundo ángel es el egoísmo, el tercer ángel es el odio y el cuarto ángel es la vanidad. Esos cuatro ángeles están sueltos.

Voy a repetirlos; el primer ángel es el orgullo, el segundo ángel es el egoísmo, el tercer ángel es el odio y el cuarto ángel es la vanidad. La vanidad es muy fácil de detectar por ustedes, es el ángel más claro de todos.

Después de todo esto, viene “el séptimo ángel”, que cuando él comience a tocar la trompeta, este ángel aún no tocó la trompeta, cuando él comience a tocar la trompeta, es porque se va a cumplir aquello que se llama “la voluntad de Dios” para la Tierra, y que allí en el libro de Apocalipsis es llamado “el Misterio de Dios”, y cuando “el séptimo ángel” se pronuncie esto va a quedar claro. ¿Y qué es “el Misterio de Dios”?, ¿qué es eso?, ¿qué es eso? Una parte de ese “Misterio de Dios” podemos ahora ver, una parte, pero la mayor parte de ese “Misterio de Dios” tenemos nosotros que descubrirlo, entonces esto es vivido en nuestro estudio.

La parte del “Misterio de Dios” que ya se está cumpliendo es la selección humana, es el trabajo de rescate, es la “operación rescate”. Porque con esta “operación rescate” y esta selección humana, van a ser encaminados cerca de dos tercios de esta Humanidad de superficie, Humanidad de superficie no son sólo los que están encarnados, sino también aquellos que están desencarnados, y esos serán conducidos para donde tengan que ser conducidos, para donde tengan que ir a desarrollar su vida, que son aquellos que no tienen la posibilidad de sintonizar con ese “Misterio”, que no tienen la posibilidad de sintonizar. Entonces, este “Misterio” no va a ser revelado mientras no haya esta selección. Porque aquellos que no pueden vivir ese “Misterio” no sabrán qué “Misterio” es ese.

Todos estamos viviendo un momento de la mayor importancia, estamos viviendo un punto fundamental de todo ese trabajo, de toda esa profecía, y tenemos que estar muy atentos para no quedar presos de aquellas cosas que son llamadas de “cosas efímeras”, y principalmente a valores transitorios, porque todos se ocupan sólo de valores que son transitorios, todos se ocupan de cosas que no son eternas, todos se ocupan de lo que va a morir de aquí a poco, todos se ocupan de lo que ya desapareció y sólo vive en la memoria de ellos, todos se ocupan del pasado, y así en adelante.

Entonces, mientras no haya este rescate, mientras no haya este encaminamiento, existe toda una jerarquía en el cosmos ocupándose de esta “operación rescate”, y cada momento que vivimos nosotros hoy, conscientemente en el trabajo espiritual, es un momento de rescate. Lo que estamos viviendo es lo que está determinando para dónde vamos, lo que está determinando cuál va a ser nuestro encaminamiento, y cuál va a ser nuestro grado de comprensión de este “Misterio”, nuestro grado de comprensión de aquello que es la Humanidad en este momento, aquí.

Vamos a interiorizarnos un poco en este período, vamos a mirar un poco para adentro, vamos a mirar un poco para adentro, vamos a mirar un poco para lo interno de nuestro ser, y no quedarnos resolviendo las cosas y conduciendo nuestras etapas de trabajo, con base en aquello que es efímero, con base en aquello que es aparente, con base en aquello que aspira a ser resuelto.

Entonces, no es una vida fácil, no es tampoco un tiempo fácil, nunca hubo un tiempo tan delicado como este, porque aquí realmente se están decidiendo muchas cosas, y la clave de este gran silencio, de este gran “Misterio”, una de las claves es la gente tener cuidado con aquello que no es eterno, porque aquello que no es eterno, aquello que es efímero, aquello que es superficial, aquello que es aparente, está ahí para hacernos perder tiempo, está ahí para hacernos gastar energía, con cosas que no son reales. En estos tiempos en que tenemos que tratar con todo, principalmente con lo irreal, tenemos que estar muy atentos, a nuestro ser interior, a nuestra divinidad interna, a nuestro núcleo de silencio, y así en adelante, para que vayamos conociendo este “Misterio”, para ir conociendo más partes de este “Misterio de Dios”, que es nuestro destino, que es el destino de la Humanidad, que es el destino de la nueva tierra, esto es misterioso y nadie sabe lo que es esto. En esto es en lo que tenemos que penetrar, en esto es en lo que tenemos que estar muy atentos. Entonces, cuidado para no perder ustedes el tiempo con aquello que no existe, con las propias reacciones, con el propio temperamento,… Tengan ustedes cuidado para no distraerse, porque esos ángeles están trayendo esto con mucha fuerza, y ustedes se arriesgan a estar tratando con cosas que no tienen existencia, dentro de este nuevo “Misterio”.