martes, 29 de octubre de 2013

FIGUEIRA - A los colaboradores




A los colaboradores de los Núcleos de Figueira

RESIDENTES: UN ASUNTO ACTUAL

(por Morris Safdié)

Un hombre cansado, encorvado y con profunda expresión de dolor llegó cierto día al núcleo de Figueira en San Pablo. Le acompañaba una amiga, pidieron permiso para conocer el lugar y se quedaron unas horas. Nos enteramos de que tenía cáncer Terminal. Cuando les vimos recorrer el camino del huerto y del campo de frutales, notamos su gran dificultad para moverse y su desesperanza con relación a la vida. Quien estaba encargado aquel día del Núcleo percibió la situación: se dio cuenta de que el hombre necesitaba armonía para desencarnar en paz. Atendió a los visitantes durante las horas en que estuvieron allí.

Antes de la puesta del sol se despidieron. Pocas semanas después, recibimos una carta, enviada por la acompañante a pedido de él, que decía: “Aquel día, aquellas horas, aquella visita fue el momento que más me marcó en mi vida. Conseguí encontrar la paz que tanto busqué. Me voy de este mundo después de haber descubierto una armonía que nunca antes había vivido”.

Casos como ese son posibles porque los Núcleos de Figueira constituyen islas de paz en un mundo de excesiva actividad en todos los niveles humanos: físico, emocional y mental. El tumulto del mundo, la lucha y la competitividad, ceden lugar a la paz, la armonía y la cooperación. Quienes frecuentan los Núcleos lo sienten. En el episodio que describimos fue fundamental la actuación del encargado, una persona madura y armoniosa, un verdadero guardián del Núcleo. Nada de eso hubiera sucedido sin su presencia. Es posible que muchos casos semejantes hayan dejado de suceder por faltar allí una persona estable, capaz de irradiar armonía de una forma continua y de recibir a los necesitados. El silencio del lugar y la pureza del plano etérico del ambiente contribuyen a la elevación de los que sufren. Pero es fundamental que haya personas adecuadas y dispuestas a prestar la debida asistencia.

Los colaboradores más antiguos dedican sólo una parte de su tiempo a los Núcleos. Ya se acostumbraron a incluir la vida común y la búsqueda interior en su trabajo cotidiano personal. Un guardián residente, si existiese, iría más lejos. Viviría de forma abnegada, pues no tendría otros intereses ni deseos que no sean donarse para lo que fuera necesario y conectarse con los niveles superiores de la existencia. Sabría que no está preparado para esa tarea, pero sí dispuesto a aprender, a ser ayudado, siempre atento a la orientación interna. Sería consciente de que al permanecer en armonía se irradia hacia el planeta lo que proviene de ese estado, y así presta uno de los servicios más importantes en la actualidad. En silencio, sería un ejemplo para los demás colaboradores y les transmitiría la energía de la donación incondicional, del desapego, de la búsqueda del Divino en todo momento.

A los colaboradores y a todos los que están ligados a los Núcleos les preguntamos: “¿Dónde están esos guardianes residentes? ¿Quién está dispuesto a donarse incondicionalmente a esa tarea?”

Sabemos que sin seres integralmente entregados a los Núcleos, las posibilidades de cura y elevación quedan limitadas. Y testimonios como: “Confieso que recibí un impacto cuando entré aquí, como si el mundo allá afuera fuese otro”, podrán ser sólo esporádicos.
 ¿Dónde están los que deben sustentar el mundo puertas adentro?


Comunidad FIGUEIRA: Actualizaciones

(Escuchar los 2 audios pinchando en el enlace sobre estas líneas)

"Trigueirinho vive un nuevo momento como maestro y guía espiritual. La conferencia, "un nuevo paso en la tarea de Trigueirinho y otras cuestiones," de Frei Artur y madre Shimani esclarece detalles de esa nueva fase."




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