Trigueirinho – LEYES
DE LA EVOLUCIÓN SUPERIOR (1)
Ley del silencio
La
preservación del hermetismo es uno de los requisitos para aproximarse al mundo
espiritual.
Según
esta ley, al aprender a respetar el silencio se aprende a amar.
En
el silencio se encuentra la magnanimidad de la comprensión interior y, con
ella, la diligencia para el servicio. En el silencio se reconoce la fuente del
conocimiento y se adquiere la fortaleza para emprender nuevos caminos. En el
silencio se encuentra la paz que da el hombre frecuentes oportunidades de
transformarse y de rechazar lo obsoleto.
Esta
ley concede las fuerzas necesarias para que él realice el cambio anhelado y
descubra el perfil de su nueva expresión. Revela el silencio como fuente de
sabiduría y de renuncia a ley humana. Su aplicación incluye la ausencia de
crítica, de comentarios inarmónicos y de carácter mental condición que se
refleja en la acción extrema del ser y que lo lleva a hablar lo necesario o lo
que es de ayuda real para los demás.
Mientras
no se sabe callar no se puede tener la oportunidad de contacto con realidades
más profundas, pues cualquier indiscreción en un nivel de existencia puede
producir desarmonía en otros.
Según
la ley del silencio, una información solamente es transmitida si colabora con
la construcción de la armonía y la paz.
La
ley del silencio es fundamental para el trabajo de los espejos. El auto control
en el plano de la mente forma parte de ese trabajo. Con el planeta asediado por
fuerzas disuasivas, realidades como las custodiadas por los espejos no pueden
ser develadas, ni siquiera por el pensamiento de quien la conozca. La emisión
de formas-pensamiento respecto de estas realidades serían perjudiciales para el
desarrollo del plan evolutivo, pues tales formas podrían ser manipuladas por
fuerzas oscuras.
Cuando
el ser humano madura por medio del silencio, la sabiduría brota en sus actos y
palabras; la vida divina le habla a su interior mostrándole su infinitud, su
misericordia y omnipotencia. En la medida en que puedan ser recibidas, la
sabiduría le transmite las cualidades ilimitadas que le son propias.
Ley del sacrificio
Es
fundamental para la evolución en la Tierra. Siempre fue expresada por las
Grandes Vidas que hasta hoy animaron y sostuvieron este planeta, impidiendo que
llegase a la desintegración total.
Una
nueva energía impregna al individuo a medida que avanza bajo la ley del
sacrificio. Su actuación deja de limitarse al ambiente inmediato y pasa a
influir también a distancia. Su aura, formada por la emanación vibratoria de
sus átomos en los diferentes niveles, es potenciada. Él se vuelve creativo, y
lo sagrado se esparce en cada uno de sus actos. Esta es el sentido del
sacrificio, por medio del cual el espíritu impregnar el mundo concreto; es el
camino hacia la cura y la redención de la materia; es la senda por la cual la
esencia puede expresarse. Teniendo presente en la consciencia lo que
verdaderamente es el sacrificio y al aspirar a vivirlo en la pureza de su
entrega, el individuo puede convertirse en canal cristalino para las energías
sublimes del propio ser y para la actuación de la Jerarquía, especialmente en
los momentos agudos de emergencia y de caos. Se llega a la Ley de sacrificio
por medio de la reverencia.
Ley del servicio
Es
el medio de contacto con las Jerarquías; es la nota que une y eleva la
conciencia individual, grupal, planetaria, solar y otras más amplias. Al
emitirla, el individuo avanza en el camino de la evolución.
Para
el ser humano, el servicio implica desapego del yo egoísta, entrega total y
desinteresada al Yo interior, unida al amor manifestado en cada acto y tarea.
Mediante el servicio se puede caminar en la fe; por él, hay individuos y grupos
que van más allá de la simple ayuda mutua y efectivamente se disponen a suplir
necesidades auténticas.
Así
emerge una cooperación armoniosa, que se extiende a los demás reinos de la
naturaleza.
Frente
a situaciones de emergencia, los individuos que se dedican al plan evolutivo
muchas veces confunden servicio espiritual con mera acción exterior. Para la
realización del verdadero servicio, es importante abstenerse de movimientos
superfluos y concentrarse lo más posible en el cumplimiento de las tareas
realmente necesarias. También es preciso que la entrega de sí sea pura, que
esté desvinculada de deseos de compensaciones. Tampoco se debe alimentar la
imaginación con fantasías acerca del sector del plan evolutivo con el que se
interactúa internamente. La humildad debe ser siempre cultivada, y debe
impregnar la conciencia.
A
quienes buscan servir se les pide que se despojen de sí y cumplan inmediatamente
las tareas evolutivas - que no siempre son realizaciones materiales grandiosas.
Para que el servicio tenga calidad, es bueno que el individuo renuncie a las
propias tendencias humanas, a las preferencias e incluso a sus intenciones
positivas. Hacer lo mejor significa cumplir fielmente lo que le transmite su
interior. Sus limitaciones, al igual que sus cualidades, son conocidas por
Aquellos que los guían en los niveles internos de la vida, y ya se las tiene en
cuenta cuando se les encomienda alguna tarea.
Por
lo tanto, no hay razón para que el individuo que se ofrece al servicio se
preocupe por sí mismo; importa, sí, que se dedique en cuerpo y alma a la
concreción de la parte que le corresponde - y todas las necesidades serán
suplidas.
Fragmentos
del libro "La trayectoria del fuego" de Trigueirinho
Namasté!!!
Monte Shasta
No hay comentarios:
Publicar un comentario